martes, 17 de julio de 2012

MAYORES Y ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN

En una reciente publicación: Tranki Pap@s, sus autores, Pere Cervantes y Oliver Tauste hacen una brillante exposición de riesgos que nuestros adolescentes y, ene general, cualquier persona asume cuando es usuario de cualquier herramienta de la tecnologías de la información y comunicación que nos inundan. El libro pretende hacer visible una serie de obviedades que, por serlas, parece que hemos olvidado. No son pocos los detalles relativos a vulnerabilidad de los navegantes, ni menos las acciones preventivas para navegar seguros. Lo más cierto es que, a pesar de las dificultades que podemos encontrar durante la navegación, las ventajas del uso de las TIC son infinitamente superiores.Tanto es así que se está produciendo una evidente transformación de conceptual y espacial en los espacio de participación de las personas mayores debido, entre otros factores, al uso de las actuales herramientas de comunicación.

Como apuntan la teoría de la actividad junto al enfoque del ciclo vital, un buen envejecimiento se relaciona con la actividad en distintos ámbitos: físico, social y mental. Desde la perspectiva de las políticas de integración una de las dimensiones de la actividad en las personas mayores es la participación en organizaciones. Este factor juega un papel fundamental desde una perspectiva teórica pero también con estrategias de acción.


La proyección social de los programas de actividades para mayores plasma la llamada revolución gris que sitúa al colectivo de los mayores en un nuevo escenario de mayor actividad y presencia social. Algunos ejemplos de un primer nivel de participación serían, por poner algunos ejemplos, la asistencia a actividades o clases de tipo formativo, la integración en actividades complementarias, tales como salidas culturales, talleres, seminarios o conferencias entre otras y la difusión mediática de lo que se realiza en los proyectos de mayores. En estos casos los mayores participan de una manera más pasiva pero involucrándose en el proceso participativo y social.
Cuando los mayores se convierten en agentes de la participación se producen entre otros, asociaciones, diversos cauces de expresión – tales como, programas de radio, webs, revistas o blogs-, voluntariado social y cultural, grupos culturales -teatro, corales, tertulias literarias-, formación –cursos y seminarios- y asesores o mentores que acompañan a otros mayores (Alonso González et al, 2007: 174).
En general, tanto en el primer como en el segundo nivel de participación, los mayores destacan los aspectos positivos de la misma. No sólo se trata de adquirir, consolidar o transmitir conocimientos sino de otras muchas connotaciones que van desde la adquisición de nuevas relaciones sociales, hasta un aumento de la autoestima y un enriquecimiento personal y cultural. En muchos casos, no existe una necesidad de recuperar información o conocimientos adquiridos en el pasado, sino que en muchos casos se descubren potencialidades que eran desconocidas para algunos mayores. Pero además, la participación también influye en otros ámbitos: en el personal puede repercutir desde un punto de vista físico en hábitos saludables y desde una perspectiva psicológica en la recuperación de ilusiones y superación de límites o el aumento de la satisfacción personal, cultural con un incremento por intereses diversos, el aprendizaje o la consolidación de conceptos.  
Se trata, tal y como se establece en el enfoque de envejecimiento activo promulgado por la Unión Europea (1999), de ajustar las prácticas vitales a las oportunidades que se nos ofrecen para mejorar, en este caso, la calidad de vida. El equilibrio al que se apunta estaría orientado a una combinación de salud física, cognitiva y funcional, acompañada de una seguridad económica y una implicación activa en la sociedad.  

1 comentario:

  1. Es importantísimo que sigamos participando en los movientos sociales que hay en nuestra comunidad.
    Nos permite estar activos y sentirnos válidos.
    Si siempre es aconsejable que el ser humano sea sociable y se rodee de un cìrculo de amistades, cuando envejecemos se hace "imprescindible".
    Practiquemos el envejecimiento activo y saludable.

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